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Señalización consciente en el bosque del castillo de Bellver

Señalizar sin alterar: una intervención respetuosa en el bosque del castillo de Bellver.

El bosque que envuelve el castillo de Bellver es mucho más que un entorno natural: es un espacio donde la historia y el paisaje dialogan en equilibrio, acogiendo tanto a quienes buscan el valor patrimonial del conjunto como a quienes disfrutan del paseo entre pinares con vistas a la costa.

El reto: cuidar sin transformar, guiar sin imponer

Cada vez son más los gestores públicos que afrontan el desafío de mejorar la experiencia del visitante sin alterar la identidad de los lugares que gestionan. En el bosque de Bellver, nuestro objetivo fue acompañar ese proceso: señalizar sin romper la armonía visual, aportar soluciones útiles que se integran y respetan el entorno.

Desde Proarte abordamos de manera integral el diseño, la fabricación y la instalación de los elementos de señalización para este enclave único: flechas direccionales, balizas de orientación, tótems informativos, atriles interpretativos y carteles de aviso. Cada pieza fue concebida como parte de un sistema, no como un elemento aislado, buscando siempre la máxima coherencia visual y funcional con el entorno natural.

Sostenibilidad y accesibilidad, de principio a fin

Todos los elementos se han realizado en madera certificada PEFC, procedente de gestión forestal sostenible y tratada para garantizar su durabilidad, minimizando el mantenimiento y el impacto ambiental. Las flechas y balizas incorporan grabados directos y pictogramas accesibles, favoreciendo la comprensión universal y una orientación intuitiva para todo tipo de visitantes.

Atriles, tótems y carteles siguen una línea de diseño sobria, robusta y funcional, pensada para resistir la intemperie y facilitar la lectura, con información clara y relevante para disfrutar del recorrido.

Señalizar es cuidar el territorio

Para Proarte, la señalización es mucho más que orientar caminos: es una herramienta para cuidar el territorio, potenciar la experiencia de quienes lo visitan y preservar el valor del entorno para las generaciones futuras.

En Proarte entendemos que cada intervención es una oportunidad para aportar valor al territorio y a la comunidad, actuando como aliados estratégicos de quienes gestionan y protegen espacios tan especiales como el bosque del Castillo de Bellver.